Porque lo digo yo

El material didáctico titulado Porque lo digo yo presenta diferentes situaciones de la vida cotidiana, para intentar hacer consciente todo lo que enseñamos y aprendemos a través de esos intercambios.

Según cómo sean dichos intercambios se estará colaborando en el desarrollo del pensamiento, de la autonomía, de la responsabilidad, de las emociones, de un autoconcepto equilibrado o, por el contrario, facilitarán el desarrollo de actitudes de control, de enfado, de sometimiento, o de ocultación de emociones.

Todas las personas, padres, madres, docentes, alumnado, podemos sentirnos reflejadas en esas situaciones. Situarnos como observadores ayuda a percibir, desde esa cierta distancia, la influencia que tienen.

Además de hacer visible la influencia del tipo de intercambios que provocamos, en el libro se proponen también, otros modos de decir y hacer. Se plantean argumentos diferentes, explicaciones, se contrastan perspectivas, se propone, en definitiva, destacar la importancia que posee el uso del lenguaje tanto para expresar emociones como para evitar comportamientos autoritarios. Destacar esa importancia supone reconocer que la expresión de opiniones tiene influencia tanto lo que nos decimos como en lo que decimos y hacemos a los demás.

Trabajar estas capacidades posibilita que, frente a situaciones de injusticia, o de abusos (insultos, burlas, comparaciones, minusvaloración...) tengamos algo que decirnos, y tengamos así mismo algo que decir o hacer a los demás. Lo contrario, desarrolla comportamientos en los que subyace la inseguridad, el miedo, hacer como que no se ve, sentirse sometido al criterio de los demás, ser, en definitiva, un títere.

Para mis hijos. Todo esto lo he aprendido con vosotros.