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El referéndum de permanencia en la OTAN | Nuevo diccionario histórico-político de Euskal Herria

El 12 de marzo de 1986 se celebró en el Estado español el referéndum sobre la permanencia en la OTAN. La tónica general fue de una gran abstención (57,68%) y una victoria del SÍ. Sin embargo, en Euskal Herria, Cataluña y Canarias la mayor parte de la ciudadanía rechazó el tratado, con porcentajes que doblaban la media estatal, pese a las derechas locales (dirigentes del PNV, UPN, CIU) y a los grandes partidos españoles, encabezados por el PSOE, que pidieron el voto favorable. Reproducimos a continuación la entrada 'OTAN' del Nuevo diccionario histórico-político de Euskal Herria, de Iñaki Egaña.

OTAN

NATO en sus siglas en inglés. Organización del Tratado del Atlántico Norte. En 1948 el avance mundial del comunismo se suponía infrenable. En Europa Occidental los partidos comunistas, auténticos artífices de la resistencia contra el nazismo, parecían estar en disposición de acceder al poder por medios electorales. En China, Mao Zedong estaba a punto de proclamar su victoria y desde la URSS, Stalin se presentaba como el vencedor más sólido de la Segunda Guerra Mundial. En EEUU el presidente Truman decía que si alguien no ponía remedio, Europa sería roja en sólo unos meses. Hasta el Congreso norteamericano restableció la obligatoriedad del servicio militar pensando que debería desplegar tropas inmediatamente por el Viejo Continente. Las fuerzas más reaccionarias del llamado Primer Mundo se movilizaron presentando como inevitable una nueva guerra. Así nació, el 4 de abril de 1949, la OTAN, después de un acuerdo entre EEUU, Gran Bretaña, Estado francés, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Canadá, Noruega, Dinamarca, Islandia, Portugal e Italia. En 1951 se sumaron al Tratado Turquía y Grecia, en 1955 Alemania Federal y el 30 de mayo de 1982, el Estado español. En la actualidad, 28 estados forman parte de su estructrua.

Como nota más trascendental los firmantes del Pacto Atlántico señalaron que un ataque contra uno de ellos sería considerado como dirigido hacia todos los miembros. La dirección de la OTAN quedó bajo control de los norteamericanos, de manera tan intensa que algunos militares europeos se sintieron heridos en su autonomía. Charles De Gaulle retiró a su país del Tratado en 1966 reintegrándose, después de que le fueran reconocidas algunas especificidades al Estado francés, paulatinamente en 1974 y 1983. Desde 1967 y como consecuencia de las discrepancias entre los presidentes De Gaulle y Johnson, el SHAPE (Comandancia Suprema Aliada) de la OTAN fue trasladado de París a Bruselas, cuya nueva sede debería estar inaugurada para 2016 con un coste inicial de mil millones de euros. En 1979 las instalaciones de la OTAN en Europa fueron consideradas como lugares estratégicos siendo cargadas con misiles de crucero. En noviembre de 1983, los primeros misiles Pershing fueron instalados en Alemania y Gran Bretaña. El 21 de noviembre de 1990, la OTAN y el Pacto de Varsovia, en lo que fue la última declaración oficial antes de la disolución del Pacto, firmaron un convenio de no agresión y de reducción de las fuerzas convencionales en Europa. La OTAN, sin embargo, mantendría intactas sus estructuras bajo la filosofía de que la desaparición del comunismo dejaría paso a otros enemigos que harían lógica y necesaria la continuidad del Tratado del Atlántico Norte.

En su relación con el Estado español, la OTAN ha jugado un papel de padrinaje. Ya, tras la muerte de Franco, el nuevo jefe de Estado, el rey Juan Carlos, recibió en su primera visita oficial al entonces comandante en jefe del Tratado, el norteamericano Alexander Haig, quien cinco años después llegó a mostrarse indiferente al golpe de Estado del guardia civil Tejero. En cuanto al aporte logístico, y a pesar de no constar como miembro, el Estado español se convirtió en una previsible retaguardia de las fuerzas integrantes de la OTAN en caso de que la guerra contra el comunismo se hubiera desatado en Europa. Muchos tramos de la red viaria y ferroviaria de la Península Ibérica fueron diseñados bajo esta hipótesis. El campo de tiro de las Bardenas se convirtió en campo de ejercicios de la OTAN, antes incluso del ingreso de España. La Red Gladio, clandestina y propiciada por la OTAN, también tuvo antenas y agentes en Euskal Herria.

El 12 de marzo de 1986, Hego Euskal Herria rechazó en referéndum, y por amplio margen, la permanencia en la OTAN. Fue una nota de diferencia porque en el Estado español triunfó el sí al Tratado. Catalunya y Canarias acompañaron a Euskal Herria en su negativa, que fue soberanamente ignorada por el Gobierno central, presidido entonces por Felipe González, miembro del PSOE, quien de ser un activista contrario a la OTAN cuando era oposición se convirtió en su defensor desde el poder. A finales de 1995, después de la dimisión de Willy Claes tras ser encausado en un proceso por corrupción, el español Javier Solana (PSOE) ocupó el cargo de secretario general de la Alianza. Le sustituyó en 1999 el británico Lord Robertson of Port Ellen.

En la cumbre de la OTAN efectuada en 1999, cuando la Guerra Fría era ya un asunto del pasado, con la que se celebró el 50 aniversario de la Alianza, se aprobó el documento "Concepto estratégico para el siglo XXI" en el que se definía públicamente que la Alianza era "una organización militar global". Así, el presupuesto civil de la OTAN se genera a través de los Ministerios de Relaciones Exteriores de los Estados miembros y es ejecutado y controlado por el Comité de Presupuesto. Para 2009, la cifra que se calculaba estaba en alrededor de 201,4 mil millones de euros (65% del gasto militar mundial). El presupuesto de la OTAN es financiado por los Ministerios de Guerra o Defensa de los Estados miembros de la Alianza y es ejecutado y controlado por el Comité de Guerra. España participa con una cantidad que es un 2% de su PIB (1,04 según su ministerio de Defensa). En los últimos años, la OTAN ha participado en intervenciones militares en Serbia, Somalia, Iraq, Afganistán, Pakistán, Libia, Siria y ha estado detrás de algunas revoluciones civiles como en Ukrania. En la actualidad, la OTAN tiene bases militares en Istres y Avord en Francia y en Morón de la Frontera y Rota en España. A partir de 2014, la base de Rota comenzó a recibir la mayor parte de destructores que albergaría Europa el llamado Escudo Antimisiles de la OTAN.

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