Saskia

{{ item.full_title }} {{ item.description }}
{{ item.quantity }}
Subtotala
Bidalketa azkarra Bidalketa normala Bidalketa gastuak Doako bidalketa
(Bidalketa doakoa izateko falta zaizkizu) falta zaizkizu kostua 2€ izan dadin
Deskontu-kupoia {{ cart.coupon_name }} - x
{{ cart.coupon_message }}
Zure deskontu kupoian {{ (cart.coupon_discount - (cart.total_without_taxes + cart.total_taxes)).toFixed(2) }}€ geratzen zaizu. Kontuan izan kupoia behin bakarrik erabil dezakezula
Ordainketa guztira
Bidalketak 24 ordutan. Bidalketak 72 ordutan. Liburua jasoko duzu: {{ cart.delivery_date_human }}


{{ cart.delivery_message }}
Carro de la compra vacío Une honetan ez duzu ezer saskian. Liburudendara joan.
  • Home
  • Berriak
  • Félix Urabayen. Un escritor vivo, movible, agitado y...

Félix Urabayen. Un escritor vivo, movible, agitado y agitador

Félix Urabayen es uno de los mejores prosistas de la generación literaria de la preguerra civil, y la figura más destacada de la narrativa navarra del primer tercio del siglo XX. En Txalaparta nos hemos propuesto publicar su serie vasconavarra; tres de estos títulos ya vieron la luz, con una gran acogida del público: Centauros del Pirineo, El barrio maldito y Bajo los robles navarros. Completa ahora el mosaico de obras ubicadas en el solar patrio La última cigüeña.

Emparentada con su trilogía toledana, La última cigüeña, segunda novela del escritor navarro Félix Urabayen, ambienta su trama en el valle del Roncal y en el corredor del Guadiana, en las tierras de la baja Extremadura. Siguiendo a su protagonista, Juan Miguel Iturralde, en sus negocios eléctricos y sueños grandilocuentes de principios de siglo, Urabayen, "hijo rezagado del 98", salta de su Navarra natal -por cuyos montes transhuman pastores sin mucho futuro y por cuyos bravos ríos desfilan, como si de titanes se tratara, hombres sobre almadías construidas con los robles sustraídos a una naturaleza aún sin domar-, a una Extremadura descrita desde una perspectiva a la vez crítica y afable, movido por una admiración progresiva y un propósito testimonial cargado de simbolismo.

Escrita en 1921, el gran autor navarro dedica esta égloga al villavés Serapio Huici, liberal vasquista como él, por ser «infatigable trabajador, que en la moderna Cruzada de los vascos labora en silencio porque la “almadía” de nuestra raza logre su hora de hegemonía». Completando este cuadro de paisajes diversos, la estampa biográfica que Urabayen dedica a Iparragirre.

Urabayen estuvo un año en Extremadura, como maestro. Esta fue la ocasión de su segunda novela, La última cigüeña, una de sus obras más populares, en la que se libra de la obsesión toledana. El símbolo argumental se contiene en el Motivo sentimental que puede servir de prólogo que constituye la introducción. En él se evoca a Navarra en las dos figuras históricas de Pedro Navarro, el guerrero, y Julián Sarasate, el artista, quienes encarnan las dos sendas que ha elegido el pueblo navarro. Las dos sendas, subtítulo de la introducción, están representadas en el río y la carretera, que a veces se abrazan o se separan. «Efectivamente -escribe Urabayen- desde el Roncal hasta Urzainki, la carretera y el río caminan juntos, en pleno idilio». Y añade: «Por el río bajó un día un almadiero navarro; por la otra senda, más lenta, más sólida y más segura, llegó a Pamplona Gayarre

Ignacio Elizalde (Revista Príncipe de Viana)

Nació en Ulzurrun en 1883. Fue maestro en Urzainki y otros pueblos navarros. Intelectual liberal y, sin duda, uno de nuestros mejores escritores. En 1920 publicó su primera novela. Amigo personal de Manuel Azaña, se integró en Izquierda Republicana y se presentó en Toledo a las elecciones por el Frente Popular. Tras el triunfo electoral, fue consejero de Cultura. Al final de la guerra fue encarcelado tres años, ya enfermo de cáncer, coincidiendo en prisión con Buero Vallejo y Miguel Hernández. Murió en 1943.

Buena parte de su obra es un canto a la raza vasca, al alma y paisaje navarro, expresado con gran fuerza y originalidad en las cuatro obras que hemos seleccionado. Ilustres vascongados como Gayarre e Iparragirre desfilan en sus páginas y los sanfermines son la gran fiesta de un país idílico y auténtico, todavía no maleado por la vida moderna. La novela que ahora os presentamos, La última cigüeña, la dedicó en 1921 al villavés Serapio Huici, liberal vasquista como él, por ser «infatigable trabajador, que en la moderna Cruzada de los vascos labora en silencio porque la “almadía” de nuestra raza logre su hora de hegemonía». Dos pilares en su obra: el lirismo y el humor. Su narrativa toledana desprende la reacción entre un espíritu vasco y un medio castellano. «Vasconia es una raza viajera. Antes, mi sed la calmaba el mar. ¿Por qué ahora busco la fuente tierra adentro? ¿Por qué mis entrañas de versolari ansían Castilla? ¿Por su viudedad? ¿Por su desolación? ¿Por esa luz tan divina de su sol que es lo único que nos falta a los vascos para volver a ser dioses? No lo sé, pero de todos modos se impone la marcha... y acaso con ella el injerto». En 1929, en la Universidad de Los Ángeles, César Barja escribió sobre esa irrupción de los vascos en la literatura castellana, citando a Baroja, Unamuno, Salaverría y Urabayen. De este último dicen que «es un vasco trasplantado; bien que solo trasplantado; de ningún modo desarraigado».

Dos pilares en su obra: el lirismo y el humor. Su narrativa toledana desprende la reacción entre un espíritu vasco y un medio castellano. «Vasconia es una raza viajera. Antes, mi sed la calmaba el mar. ¿Por qué ahora busco la fuente tierra adentro? ¿Por qué mis entrañas de versolari ansían Castilla? ¿Por su viudedad? ¿Por su desolación? ¿Por esa luz tan divina de su sol que es lo único que nos falta a los vascos para volver a ser dioses? No lo sé, pero de todos modos se impone la marcha... y acaso con ella el injerto». En 1929, en la Universidad de Los Ángeles, César Barja escribió sobre esa irrupción de los vascos en la literatura castellana, citando a Baroja, Unamuno, Salaverría y Urabayen. De este último dicen que «es un vasco trasplantado; bien que solo trasplantado; de ningún modo desarraigado».

Libros y tesis tratan sobre su obra. Félix Urabayen, centauro vasco sobre Castilla, titula Leonard Shaewitz. «Fue parte de la pléyade de intelectuales de izquierda que la victoria de Franco sepultó en el olvido durante cuatro décadas», escribe Manuel Baer. Su obra fue conocida y estudiada en Francia, y en las universidades de Estados Unidos tiene más presencia que en las nuestras.

En Navarra, como ocurre con la mayoría de sus intelectuales, las instituciones han procurado hasta ahora que su figura pase desapercibida, por resultar incómoda su obra y biografía. Una razón más para que Txalaparta edite gustosamente sus libros.

Jose Mari Esparza Zabalegi, editor

HAN DICHO DE...

Una de las más delicadas novelas del siglo XX

Germán Bleiberg

Urabayen es vivo, movible, agitado y agitador. Tiene una profusión de ademanes y de gestos sinceros y rápidos. Está presente siempre una fuerza vital de juventud inquieta, indagante y protestataria. Pero, además de todo eso, por las fórmulas conciliadoras,

Urabayen muestra su condición de hombre del «98 y medio» -ha podido decirse-, maduro en su prosa por la que ha encontrado la forma de cuajarse en sus libros. Es un excelente prosista con discreción manifiesta de novelista. Y, sin embargo, el trabajar con reposo es su estilo, el colocar la palabra y afinar hasta el límite su sentimiento, el lograr un todo sereno -aparentemente- no le proporciona quietud, interna ni externa, y se lanza desde su provincia, sus provincias, a la contienda

Miguel Pérez Ferrero

Harpidetu gure newsletter-ean

Nobedadeak, deskontuak, albisteak… jasotzeko

Iruzkinak 0 iruzkin

Deskontuak gure irakurle fidelentzat

Edizio independentearekin konpromisoa duten irakurle kritikoen kluba da Txalaparta KLUB. Komunitate hau gure argitaletxearen zutabea da, liburuak kaleratzeko eta ideiak zabaltzeko bide ematen diguna.
KLUBEKO KIDE IZAN eta abantaila guztiez baliatu.

Erlazionatutako artikuluak

Memoria para despertar de una larga pesadilla

2021.03.29

Mikel Antza: “Burgosko Auziaren eta nire bizitzaren arteko nahasketa da”

2021.04. 6