Igualdad Cómo sociedades más igualitarias reducen el estrés, restauran la cordura y mejoran el bienestar de todos

¿Por qué la incidencia de enfermedades mentales en el Reino Unido es el doble que en Alemania? ¿Por qué los estadounidenses son tres veces más propensos que los holandeses a desarrollar problemas de ludopatía? ¿Por qué el bienestar infantil es mucho peor en Nueva Zelanda que en Japón? Como demuestra este innovador estudio, la respuesta a todas estas cuestiones depende de la desigualdad social. Wilkinson y Pickett colocaron la desigualdad en el centro del debate público al demostrar de manera concluyente que a las sociedades menos igualitarias les va peor en todo, desde la educación hasta la esperanza de vida. El nivel interno explica cómo la desigualdad nos afecta individualmente a la forma en que pensamos, sentimos y nos comportamos, y establece la abrumadora evidencia de que las desigualdades materiales tienen poderosos efectos psicológicos. Wilkinson y Pickett desafían la concepción de que los seres humanos somos competitivos e interesados de forma innata, o la idea de que la desigualdad es producto de diferencias en la capacidad individual. Pero El nivel interno no es solo un índice de nuestros males. Demuestra que las sociedades basadas en la igualdad fundamental, el intercambio y la reciprocidad generan niveles mucho más altos de bienestar, trazando el camino hacia ellas.